domingo, 26 de agosto de 2018

Reseña: "La guerra no tiene rostro de mujer" de Svetlana Alexievich

Autora: Svetlana Alexiévich
Editorial: Debate
Año: 2015
Páginas: 368
IBSN-13: 9788499925752
Precio: 20.8€ (Tapa blanda)
Nota: 10/10

SINOPSIS

Casi un millón de mujeres combatió en las filas del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial, pero su historia nunca ha sido contada. Este libro reúne los recuerdos de cientos de ellas, mujeres que fueron francotiradoras, condujeron tanques o trabajaron en hospitales de campaña. Su historia no es una historia de la guerra, ni de los combates, es la historia de hombres y mujeres en guerra.
¿Qué les ocurrió? ¿Cómo les transformó? ¿De qué tenían miedo? ¿Cómo era aprender a matar? Estas mujeres, la mayoría por primera vez en sus vidas, cuentan la parte no heroica de la guerra, a menudo ausente de los relatos de los veteranos. Hablan de la suciedad y del frío, del hambre y de la violencia sexual, de la angustia y de la sombra omnipresente de la muerte. Alexiévich deja que sus voces resuenen en este libro estremecedor, que pudo reescribir en 2002 para introducir los fragmentos tachados por la censura y material que no se había atrevido a usar en la primera versión.


VALORACIÓN PERSONAL

JUSTIFICACIÓN

Cuando entré en una librería en Varsovia (Polonia) este libro llamó mi atención. Cuando leí el resumen decidí que tenía que comprar el libro porque estaba totalmente hecho para mí y para saciar mis necesidades lectoras de este tiempo, los relatos de las mujeres que lucharon en el bando de la Unión Soviética. Lo más interesante es eso, que son relatos de mujeres que han ido a la guerra, cuando nos han dicho siempre que la guerra “es cosa de hombres”. Menos mal que tenemos estos testimonios que nos sirven para dar visibilidad a esas mujeres olvidadas quién sabe si a propósito o sin querer.

ARGUMENTO

Este libro son millones de testimonios de mujeres que sufrieron los horrores de la guerra, luchando. Son totalmente objetivos, ya que no se hace visible la opinión de la escritora más allá de lo que se deduce cuando decidió escribir este tema. Son relatos desgarradores de lo que es matar personas (porque entre los nazis también fue gente obligada a luchar), ser enfermera en el frente… Pero lo más desgarrador fue la readaptación a la sociedad una vez terminada la guerra. Niñas que se fueron a la guerra y volvieron mujeres, mujeres rechazadas por haber luchado contra el fascismo y que a la vuelta nadie las quería porque luchar “no era para mujeres”.

ESTILO DE ESCRITURA

A la hora de escribir no se complica mucho ni decora demasiado lo que está escribiendo. Su principal propósito es transmitir unos testimonios y hacerlos entendibles y alcanzables para cualquiera.
Al final no hace nada más que reproducir en escrito las grabaciones, si modificase lo más mínimo, perderíamos la esencia de esa mujer, ya no la veríamos a ella cuando lo leyésemos.
Gracias a ello podemos ver a cada mujer, sentir lo que sintieron, sufrir con ellas...

COMENTARIO GENERAL

Creo que es un libro muy acertado. Siempre escuchamos las historias de los hombres y a las mujeres se nos invisibiliza, como si no hubiesen luchado en la guerra (y no solo en lo referente a la guerra). Era una época en la que el ser mujer estaba muy estigmatizado. La mujer tenía que llevar vestidos, zapatos “normales”, quedarse en casa esperando al marido, cuidar a los hijos, ser frágil… Y, claro, las mujeres que se fueron al frente desafiaban todos esos estigmas. Durante la guerra les convino a todos, pero una vez que acabó… Esas mujeres estuvieron condenadas a la exclusión social, no eran mujeres. Tampoco se las reconoció como soldadas, no se las empezó a llamar para que fueran a actos como veteranas hasta 30 años después.
Una de las cosas que más me impresionó, además del hecho de que todas andaban entre los dieciséis y los veintipocos años, el relato de una mujer que había prácticamente crecido en el frente, que se pasó (como todas) 5 o 6 años con ropa militar, pantalones, botas, bañadas en sangre, aguantando temperaturas bajo cero. Y una vez que acabó la guerra tuvo que adaptarse a llevar vestido y zapatos, pero no sabía, no podía andar con ello. O cómo se congelaba la sangre en sus uniformes y les cortaba, cómo después de la guerra no podían volver a ver el color rojo por los recuerdos que les traía, lo que sentían cuando mataban a un hombre por primera vez...
Es un libro muy duro, me ha costado leerlo porque son relatos muy duros, como cualquier libro sobre la guerra. Pero es bonito escuchar los testimonios de las mujeres, testigas y sufridoras mudas de todos y cada uno de los crueles actos del ser humano.

-Saru

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